jueves, 21 de julio de 2011

EMBOLSANDO ECOLOGIA


Hay temas, es verdad, que no vale la pena ni discutirlos, pero es que me tienen rebotada y si no los debato, me puede dar algo.
Además, qué caray, quiero hablar de las bolsas de plástico.

Aparecieron en nuestro país allá por los años setenta y poco, o nada.

Hasta entonces, se iba a comprar con un capacho o una cesta. (Los carritos de la compra aun no se habían propagado). 

En aquel tiempo, la mayoría de las mujeres  (que siempre han sido las intendentes del hogar), todavía no trabajaban masivamente fuera de casa. Por lo tanto iban a la tienda preparadas para acarrear lo que adquirían.

Si no llevaban receptáculo, le ponían lo comprado en una gran bolsa de papel que transportaban trabajosamente en brazos, como si llevaran un rollizo bebé, con mucho amor. (Aun puedes verlo en las películas americanas).

La llegada de la bolsa de plástico fue una modernidad de lo más útil. Las personas salían a la calle con las manos en los bolsillos, aparentemente sin ninguna intención de adquirir nada, hacían sus gestiones, y regresaban a casa cargados con las nuevas bolsas que, además, iban provistas de asas para mayor comodidad y disfrute.

Pero, de pronto, el mundo se sació. Ya no cabía ni una sola bolsa más. Y, para colmo de males, las que ya lo llenaban todo, tardarían tropecientos años en desintegrarse.

Imágenes de un mundo ahogado en plástico (montes, mares, animales), se proyectaron en nuestras retinas.

Una vez más, intentaron culpabilizarnos del derroche de esas bolsas impuestas para mayor provecho del petróleo. Y aunque, parece ser que se pueden producir con un material degradable al sol (se de unas que se fabrican con maíz y otras con fécula de patata), y que algunas empresas empezaron a hacerlas circular, la bolsa de plástico sigue viva, pero con otras connotaciones.

http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/urbano/2008/06/25/177999.php

http://www.europapress.es/comunitat-valenciana/noticia-mercadona-consum-cobraran-bolsas-plastico-partir-lunes-20110603144558.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/06/03/economia/1307116969.html

A la voz de “Seamos ecologistas. No más bolsas de plástico”,  se desarrolló un nuevo negocio para las grandes superficies: justa y casualmente el de la bolsa de plástico. 

¿Y cómo se enfocó ese negocio?

En principio, haciendo desaparecer de todas las cajas, las bolsas cuestionadas.

Tú llegas a pagar con el carro de la tienda y tu compra dentro de él y no divisas ni una.

Mientras vas descargando sobre el mostrador, una cajera (esperemos que dulce y sonriente,  porque las hay cejijuntas y malcaradas) te pregunta: ¿desea alguna bolsa? Como contestes que sí, aun te dirá: ¿grande o pequeña?

Y bajo el tablero, como si de un artículo de contrabando se tratara, te sacará  la bolsa cuyo precio oscilará, según tamaño y tipo de comercio, entre los 0,02 a los 0,50 céntimos de euro.

¿Entiendes por qué estoy rebotada? Pues sencillamente porque esos comercios están haciendo re-re-bote. Acuérdate de que antes de que se volviesen “ecologistas”,  te las daban gratis. Y no quiero ni contar la cantidad de bolsas que deben facturar al día.

Y digo yo, una bolsa que le cueste un dinero al cliente, ¿contamina menos?

 -Señora: es una medida disuasoria. La gente, al tenerlas que pagar, las usa menos y en consecuencia se contamina menos, ¿entiende? Lea las estadísticas y entérese de cómo ha bajado el consumo de la bolsa de plástico.

Todavía protesto (aunque ya sé que la cajera no tiene ninguna culpa), ¿acaso no contamina un montón la tinta de impresión? Si les preocupa tanto el medio ambiente, véndame la bolsa en blanco. Que es que, además, no quiero hacerles publicidad ahí por la calle, como una mujer anuncio, pagando yo.

-Señora: tenga en cuenta que entonces la bolsa le saldría más cara.
Insisto: Y cuando  por un lado lleva el anuncio de un producto y por el otro el del super, ¿no les sale gratis a ustedes, aunque a mí no?

Pero claro, ella, como es una empleada, no me sabe dar explicación.

En fin, que sólo entenderé que no estés de acuerdo conmigo, si tú mismo andas en el negocio. Porque, de lo contrario, tienes que darme la razón: están sacando tajada a costa de la ecología.

Ahora, eso sí, si somos incapaces de exigir una bolsa degradable o, cuando menos, una bolsa sin propaganda, tal vez podemos, por lo menos, molestar un poco.

Reutilicemos las bolsas que nos han cobrado, pero hagámoslo en los establecimientos directamente competidores a la marca que exhiba.

Intentaré explicarme con ejemplos:

La bolsa de Lidl, usémosla en Aldi, y viceversa. La de Carrefour, luzcámosla en Eroski (justamente Eroski te vende una bolsa reutilizable, según consta en factura, que llega a casa tan agujereada –supongo que es cuestión de la calidad del material- que no te sirve ni para la basura). La de Consum, en Bon Preu o en Mercadona o en Schlecker o en Dia o en El Corte Inglés o en Ikea o….

También podría ser bastante justificable, retornar al vendedor la bolsa ya utilizada y maltrecha, y solicitar que te devuelva lo que pagaste por ella.

En fin. Ya me has entendido, ¿no?

Se trata de ser tan fastidioso como los propios comerciantes y evitar en lo posible que embolsen por la bolsa. Que eso degrada, no biodegrada.